30 abr 2013

CINCUENTA Y SIETE

Una canción para cada momento de la vida.




Confía en mí, nunca has soñado poder gritar

y te enfureces, es horrible el miedo incontenible.
Entonces, ven, dame un pedazo,
no te conozco cuando dices qué felices,
qué caras más tristes,
qué caras más tristes.



Ella sabe y presiente que algo ha cambiado,
dónde estás, no te veo, es mejor,
ya lo entiendo, ahora ya no me lamento,
no sigo detrás, ¿para qué?



Si cada vez que vienes me convences,
me abrazas y me hablas de los dos.
Y yo siento que no voy,
que el equilibrio es imposible cuando vienes
y me hablas de nosotros dos.
No te diré que no,
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo.



Ella no me imagina cazando en los bares,
viviendo deprisa, ¿para qué?, ¿para qué?



Si cada vez que vienes me convences,
me abrazas y me hablas de los dos.
Y yo siento que no voy,
que el equilibrio es imposible cuando vienes
y me hablas de nosotros dos.
No te diré que no,
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo,
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo.



Confía en mí, nunca has soñado poder gritar
y te enfureces, es horrible el miedo incontenible.
Entonces, ven, dame un abrazo,
no te conozco cuando dices qué felices,
qué caras más tristes,
qué caras más tristes...

No hay comentarios:

Publicar un comentario